Mi esposa la mesera de cantina

Todas esas noches en mi memoria son una mezcolanza de recuerdos y de olvidos. Esta borrachera de cantina nunca termina, -otra promoción porfavor!, dos caguamas superior por 50 varos y mi compita quejándose de la misma maldita esquina pestilente donde otra vez estabamos sentados, hasta que las meseras lo hacen olvidarse... una de las meseras tiene lo suyito, ayer le propuse matrimonio y aceptó, fue mi mujer por momentos, traía una medalla de acero de la virgen de Guadalupe entre sus pechos y me dejó acariciarlos mientras supuestamente apreciaba la medalla... va!, al final terminó yéndose con otro que le regaló una flor o algo así y no me puede importar menos. A mi me gusta vivir de noche de los Tucanes de Tijuana se escucha en la rockola seguida por The man who old the world de Nirvana y los contrastes continúan fluctuando... es una noche más de estas que transcurren en el son de la locura espirituosa, mis recuerdos están hechos pedazos entre cervezas, yervas y poderosísimas flores tristes, mujeres siempre bellas son el complemento perfecto de noches de alteraciones cósmicas a ras de piso.