4.1.10

CALAVERA

Cuando amaneció en un segundo todo se volvió pesado, el sueño se había terminado, la realidad me aplastaba en un instante, en mi cuerpo había sangre seca y tierra, había sido herido dos veces por la espalda y mi cabeza estaba literalmente rota, mi consciencia perdida tambaleándose trataba de incorporarse, pero todo daba vueltas y el dolor regresaba de golpe, mis heridas ardían con los rayos del sol y sentía hormigas caminar por mi cuerpo que no reaccionaba, el dolor se extinguió mientras mi memoria salía por mi cabeza y se vaciaba en la tierra en forma de sangre, por fin me elevo y ya no hay dolor, se ahogó en la nada y vuelvo al sueño.

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