Y finalmente para empezar...

Me doy cuenta que la sujeción del individuo en la sociedad, en la maquina sucia, en la configuración supuesta de las cosas, nos ha hecho tomar siempre direcciones en común y por una idea generalizada de lo que es real que no tiene que ver con la que cada sujeto en su individualidad requiere tomar en forma razonable o coherente, las malas decisiones desembocan en caminos nebulosos que en sinsentidos he conocido, la experiencia que hoy me acompaña es mayor que yo. Negociable no me resulta esto de sacrificar libertades por deberes el sistema capitalista esta oxidado y su discurso es insostenible. Hoy las decisiones tomadas pesan en mi tranquilidad, el aparato social poco a poco me envuelve en su rutina de sujeción productiva, resulta necesario robotizarse una jornada al día para ganarse la vida. La noche es la mejor parte del día, en ella nos hacemos humanos otra ves y cada ves, un clavado en la noche, sumergirse y en las profundidades descubrir que puedes respirar en el fondo, respirar con la noche a cuestas.